23 de noviembre de 2006

Carlos Chandía 3ºC (tesis en desarrollo) "Espiritu y corazón versus la razón" Tesis sobre las emociones y su conflicto con el conocimiento

Introducción:
La pregunta existencial
Cuando se cuestiona la idea de porqué no existe, aun, una verdad absoluta y única, la respuesta suele ser simple y no requiere de ocupar mucha saliva: Cada ser humano piensa, siente y conoce las cosas de forma distinta, haciendo que la verdad sea subjetiva.
Uno de los aspectos que ayuda a la diferencia entre verdad objetiva (la buscada), y la subjetiva (la existente), es uno de los dominios básicos del hombre, llamado emociones.
Siendo el hombre dotado de cuerpo, lenguaje y emociones, estas últimas son las que generalmente dificultan la objetividad, sin dejar de lado el lenguaje que hace distinción entre las distintas comunidades y/o símbolos, o el cuerpo que a veces incapacita al hombre de adquirir conocimiento por alguna falla orgánica (la ceguera por ejemplo).
Las posibles preguntas que se pueden plantear mediante esta dificultad son varias: ¿Las emociones son necesarias? O ¿Puede existir el hombre sin emociones? Quizás ¿Son la real dificultad para la verdad? Pero finalmente Las emociones ¿son el obstáculo para que el hombre adquiera el conocimiento puro?
Refiriéndose a la pregunta se podría cuestionar el porqué de darle una diferencia específica al conocimiento, llamándolo “conocimiento puro”. Lo más claro y sencillo de decir es que, al igual que Platón, existe el conocimiento, pero ha estado afecto a muchos cambios y distintas interpretaciones (a esto contribuyen las emociones). Sin embargo de esto se hablará más adelante.
Luego de pensar exhaustivamente la pregunta, se hace clara, debido a que los mismos buscadores del conocimiento han proclamado que un hombre no puede ser hombre (ser humano) sino cuando esta en los 3 dominios ya antes nombrados. Sin embargo uno de estos 3 dominios dificultan el conocimiento común; y si según Aristóteles “todo hombre desea por naturaleza saber”[1] en una conclusión lógica deberíamos decir que “Todo hombre necesita del conocimiento”.
Si dejasen de existir las emociones, las distinciones de que el mundo sea púrpura para algunos, y verde para otros se verían negadas, pues seria gris para todos, ya que la escala de colores (la cantidad de emociones) no existiría. Esto a grandes rasgos nos acercaría mucho más a la verdad común, verdad que se puede palpar por todos nosotros y que se puede hacer más y más concreta.
Para entender mucho más esta tesis debemos tener en cuenta 3 aspectos: las emociones, la verdad, y el conocimiento. Estos se verán a continuación.
Desarrollo:
Conocimiento: El trabajo del filósofo
La mayoría de los filósofos guían su trabajo en busca del conocimiento. A esto mismo le han llamado sus propias teorías del conocimiento, ontologías, o Gnoseologías.
El conocer se presenta como “el momento en que un sujeto aprehende un objeto (objeto de conocimiento)” [2], o sea que correspondería a la relación sujeto-objeto,, y su cooperación, entre el idealismo de la primera y el realismo de la segunda. Cuando el hombre conoce, representa al objeto, y cuando esta representación es tal cual es, el sujeto puede decir que ha obtenido un conocimiento verdadero ( o puro, citado en la pregunta).
De estas premisas, y conociendo que la diversidad de la especie de objeto, además de las lecturas intelectuales, emotivas y sensibles, se ha llegado al supuesto de que si es cierto que existe o no conocimiento. Y la respuesta es tan variada como corrientes filosóficas existan.
Por un lado tenemos la negación de los escépticos que su respuesta sería que el conocimiento no es posible. Y se descarta rápidamente al saber que en la misma respuesta hay una contradicción, ya que por inferencia se puede decir que si se conoce algo.
De otra manera se pondría en jaque el conocimiento diciendo que está limitado (refiriéndose a grandes rasgos, que a veces si, y otras no), y que no puede haber conocimiento absoluto, examinando concretamente el conocimiento.
Sin embargo, y muy aceptada sería la de la mayoría de los filósofos que no adoptan las primeras opiniones tratando de buscarle un sentido más amplio a la respuesta.
Entonces el conocimiento si es posible, lo que no quita la limitación de lo que conocemos. Entonces para esta afirmación debe haber un sustento, sustento que se le denomina “fundamento del conocimiento” y que algunos lo van a comparar ( de otra forma definir) como la realidad o las cosas mismas.
Aludiendo a Platón, existirían dos realidades, sensible e inteligible, de la cual sólo la ultima contendría el conocimiento de verdad, y la primera solo nos daría una visión general, o lo más básico del conocimiento.
Todas las demás teorías estarían siempre haciendo alusión, tanto apoyando como criticando, a Platón y su dialéctica de los opuestos. Los empiristas, los racionalistas, como la forma de ver el conocimiento “A priori- A posteriori”.
Entonces para el conocimiento o para el fundamente de este, habrán variadas tesis, cada una con su proposición. De ahí que parte la divergencia de distintos tipos de conocimiento, debido alas divisiones de la realidad, y como esta se conoce o considera. Es por esto que el problema del conocimiento radica e su interpretación.
En conclusión podemos decir que el conocimiento si existe, pero hay una gran divergencia del fundamento del conocimiento. Es ahí mismo donde se considera la idea de que el mismo sujeto es el responsable de no tener una respuesta absoluta y única, y el por qué de que el conocimiento pueda ser transgredido por las emociones.


Verdad: La cefalea del filósofo
Si se analiza, y no detenidamente, el conocimiento tiende a ser corrupto. La idea de la filosofía es dar una respuesta inteligible y absoluta, y separar la realidad de la ilusión. Es en esto donde el concepto de verdad tiene connotación, debido a que el arte de pensar siempre buscará separar la verdad de la falsedad, así como la certeza de la ilusión[3].
La verdad, conocida también como el ser verdadero, va a ser para los griegos el descubrimiento del ser, lo que en verdad es, fuera de la ilusión y la apariencia. Y se va a entender en aquél ser como lo que permanece en él (la sustancia inmutable). Como para la escolástica va a ser la verdad suprema en la cual las cosas se apoyan, o para el cristianismo la trascendencia, habrá muchas visiones de verdad, así como las del conocimiento y su adquisición.
Para Kant será la verdad del conocimiento y nada más, como para Hegel la verdad que es la síntesis de lo absoluto, lo formal, lo matemático y lo histórico. Entonces siempre van a haber dos opuestos, los cuales se traducirían en la verdad del conocimiento, y en la verdad que fundamenta el conocimiento.
El hombre no está ajeno a esto; es por lo mismo que muchos se han enfocado en buscarla, y han terminado por descifrar que la verdad es buscada por la obligación que tiene el hombre hacia el conocer, solo para poder aferrarse de la existencia.
Ya que se ha conocido el segundo aspecto, falta solo saber aquel que según esta tesis nos prohíbe llegar a la verdad del conocimiento.
Emociones: el dominio del hombre
Eran entendidas en un principio como las pasiones, que perturbaban la racionalidad del hombre y lo sometían a lo externo[4]. Así en la antigüedad se consideraba la racionalidad como la forma de vida más alta, la más notable y pura. Esto no quiere decir que la emoción sea por ende una maldición para que el hombre no alcance una “buena vida”. No se les consideraba ni buenas ni malas, solo se les apellidaba como “pasión de la razón”. Siendo de esta forma el conjunto de la vida sentimental que estaba en un tira y afloja entre la sensibilidad y la vida sin pasión. La idea de esta oscilación hace caer a la emoción en la intencionalidad del individuo, y además es manejable por este mismo, y por este mismo encabezado es que se le dice el conocimiento confuso, debido al tratamiento subjetivo que nosotros le damos. A la vez que oscurece nuestra racionalidad, solo mediante la razón, podemos traducir a la emoción en conocimiento claro.
Por otra parte se menciona también que se pueden reducir a un mero conjunto pasivo que solo se hace presente cuando afecta toda la psique. De ser así, aunque sea pasivo, todo se vería de una misma forma, comandada por aquel conjunto pasivo.
Las emociones pasan a ser un plano con autonomía, aunque sean intencionadas, y no tienen un valor inferior que el asignado al intelectual. Podría decirse incluso que las emociones son la vía que logra conectar la psique con el espíritu.
Lo que se alcanza con una emoción es una unidad de vivencia y no una mera sensación como algunos postulaban. Entonces se puede concluir que las emociones no se pueden reducir a comportamientos de tipo psicosomático[5] ni tampoco como una mera confusión de la vida intelectual (basada en el conocimiento), ya que estas son independientes y muestran una relación con los otros dos dominios.; así como también muestra una relación con la propia razón para crear el ser y el valer.

Luego de haber comprendido esos tres conceptos se puede entender mucho mejor la pregunta. Ahora sabiendo que el conocimiento es divergente en cuanto a las visiones que se le da, como la verdad es el fundamento de este, y las emociones terminan siendo un conocimiento confuso, se puede determinar que están relacionadas entre si y que si puede ser plausible la afirmación de que las emociones sea un factor que determina la corrupción del conocimiento. Para esto vamos a tomar un caso, tomado del libro de Francisco Echeverría “Las emociones y los estados de ánimo”. Existía un sujeto que iba trotando por un cerro, hasta que se encuentra con una víbora, una serpiente. Este mismo sujeto sufría de fobia a las serpientes, por consiguiente la acción fue retroceder y volver hacia atrás en su camino.
El miedo es una de las emociones que nos restringe nuestro campo de conocimiento, provocando una especie de alerta a lo que nosotros consideramos peligroso.
Se podría considerar como una analogía entre lo que sucede con el sujeto, como lo que puede llegar a suceder con nosotros y el conocimiento. La serpiente son las emociones que nos hacen retroceder, pues en un sentido general, tendemos a restringirnos para no vivir emociones, que se basan en la experiencia, o en solo hecho del miedo a lo nuevo.






[1] Alusión al libro de Aristóteles “metafísica I”
[2] Referencia del “Diccionario de filosofía” de José Ferrater
[3] Referencia del “Diccionario de la filosofía” de José Ferrater
[4] Referencia del “Diccionario de la filosofía” de José Ferrater
[5] Relación cuerpo, mente, ambiente.

2 comentarios:

Teoría del Conocimiento dijo...

Joaquin Abbott: la tesis la encontre bastante buen, pero creo que podrias explicitar más algunas cosas. y asi darle un mejor hilo condcutor, esop. pero el resto esta super bueno.
nap, suerte :P

Unknown dijo...

hola chandia ta wena