24 de noviembre de 2007

avanze de tesis daniel salas

(está un poco desordenanda porque aun la estoy estructurando por esa razón aun no subía mis avances ... pero aquí están ... el que se de la lata de leerlo hay cosas que redundan)

CAUSA-EFECTO O CAOS

Introducción a la pregunta.

No debí haber tenido más de 6 años cuando me vi en una situación donde me surgió una tremenda duda, evidentemente no supe como plantearla y después de ver que era más compleja de lo que imaginaba, la olvidé y seguí con mi vida (he ahí la genialidad de los niños). Estaba sentado en una baranda, después de clases de educación física, con los pies separados del suelo y comencé a pensar en ¿Qué pasaría si los bajo? Obviamente sería todo normal, pero ¿habría estado escrito en alguna parte que en ese momento yo iba a hacer eso? Es decir, me surgió la duda de si todo lo que hacemos está predeterminado o no. Estuve más de 20 minutos en la baranda bajando y subiendo, pensando cómo alguien o algo podía controlar eso, y siempre al momento de poner mis pies en el suelo me preguntaba ¿Qué habría pasado si no hubiese hecho esto? Y volvía a subir. En resumidas cuentas mi deseo intelectual era saber si existía o no el destino, si alguien o algo controlaba mis acciones, pensamientos, mis decisiones. Me pregunté si era una marioneta o un ser libre en todo sentido, evidentemente (de acuerdo a mi edad) planteé la duda con otras palabras.

Otro día, con algunos años más pero no los suficientes para no desviar mi atención de los estudios con ociosos juegos, estaba tratando de batir mi record en el “busca-minas” y llegué a un punto donde me quedaban nada más que 2 espacios sin marcar, lo intrigante era que, según las reglas del juego y los números que rodeaban a los espacios en blanco, cualquiera podía ser el correcto (en ese caso los criterios que tenía que utilizar para descartar cual era bomba y cual no, ya no servían). En conclusión dependía de la suerte, del azar. Me acordé inmediatamente de la duda que había tenido desde la vivencia de la baranda con respecto al destino y pude relacionarla con la del busca-minas y el azar. Mi conclusión fue que quedarme en la baranda como bajar mis pies al suelo, eran dos posibilidades iguales a las de los botones del juego, me pregunté y aun hago si pude haber bajado los pies cuando no lo hice o si pude haber elegido el botón ganador (por que sí, lamentablemente perdí el juego) si la respuesta es no, existe el destino o el determinismo, y si finalmente es un sí, existe el azar, y con él la libertad.???

Ahora puedo preguntarme ¿Qué es lo que existe, el destino o el azar? ¿Qué es el destino? ¿Qué es el azar? y muchas otras cosas que se verán más adelante en el desarrollo de esta tesis, que trata precisamente sobre eso, del destino y el azar.

Yo forjo mi propio destino.

¡Pero que mala suerte!

Soy libre de elegir.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Era totalmente inevitable.

Estaba escrito en las estrellas.

Dios lo quiso así.

No tuve elección

Si esto es lo que has elegido para mi, Dios, debe ser lo mejor.

Todas las cosas pasan por algo

* Algunas de estas frases, se contradicen evidentemente. ¿O no?

Para comenzar esta tesis es pertinente establecer una definición de cada concepto y así poder entenderlos de mejor manera.

TESIS

Destino

Afirmar que hay destino, es decir que nuestra vida, nuestra existencia y acciones están predeterminadas por algo o alguien. Que las cosas que han pasado, están pasando y que pasarán: fueron, son y serán inevitables, algo así como una película en “play” (una película que ya se filmó y que por ende ya tiene un final inevitable). Por lo tanto el destino es una fuerza desconocida que actúa sobre la entera existencia, y que la predetermina. En el fondo, esta tesis no busca indagar en el tema si es una especie de Dios o fuerza mayor o lo que sea, lo que nos determina. El objetivo de esta tesis es contestar a la pregunta de si TODO lo que pasa está determinado o no, por esa razón entenderemos el destino como una forma posible de determinismo

Determinismo o causa-efecto

El determinismo afirma que todo acontecimiento, incluyendo el pensamiento humano y acciones, está causalmente determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia. No hay milagros ni ocurren sucesos al azar. El determinismo sostiene que nuestra vida está regida por circunstancias que escapan de nuestro control, de modo que nadie es responsable de lo que hace o deja de hacer. El determinismo sostiene que no existe el libre albedrío. Entiende la realidad y los acontecimientos que suceden en ella como continuos y lineales. A continuación se explicará más a fondo el cómo funciona la causalidad.

Causalidad.

Si una persona quiere salir de su casa para visitar a su madre enferma, perfectamente lo puede hacer, pues está en su abanico de posibilidades, pero sería distinto si anuncian para ese día una tormenta, podría igualmente visitar a su madre si lo desea, pero si el encuentro no es tan importante, lo aplazaría para otro día. En otro caso, si la misma persona, a pesar de que se haya anunciado mal tiempo, visitaría a su madre de todas maneras, se acuerda justo antes de salir que también ella está muy enferma y le haría sumamente mal exponerse al frío, la probabilidad de que desista es mucho mayor. Finalmente si la persona además de los factores ya mencionados con respecto al clima y a su enfermedad, es neurótica con respecto a su salud, lo más probable es que aplace su visita para otro día.

En el ejemplo anterior, la posibilidad se hizo menos probable por tres factores distintos: F. ClimáticoàLluvia; F. BiológicoàEnfermedad; F. PsicológicoàNeurosis. Los cuales determinaron el día de una persona e indirectamente el de la madre.

Otro ejemplo más simple es el de un juego de pool, si una persona quiere hacer mover la bola 2 para que caiga al agujero, tendrá que utilizar el taco para desencadenar la cadena de causas y consecuencias, si entendemos todo este proceso linealmente podemos decir que a raíz del motivo de la persona de ganar el juego se llevó a cabo el movimiento del taco el que produjo el golpe con la bola blanca, la cual posteriormente le pegará a las bola 2 para que entre al agujero y determinar el resultado del juego. Es evidente la cadena de causas y consecuencias y que para todo hecho existe una causa que la determina.

En el caso de que, lo anteriormente dicho, fuese verdadero simplemente no existiría libertad. En el determinismo también se niega por completo la idea de libre albedrío, pues todas las cosas están determinadas, como eslabones de una irrompible y continua cadena de acciones y reacciones. Toda reacción tiene su acción, y esa acción a su vez, puede entenderse como la reacción de otra acción. Entonces una acción lleva a una reacción, que será la acción de otra reacción…

El principio de Newton de acción y reacción elimina toda posibilidad de libertad (en el supuesto de que la teoría esté en lo correcto), sin embargo esta cadena se puede analizar en reversa, entendiéndola de una manera lineal, a lo que se llegaría a la pregunta ¿Qué fue lo que causó la primera causa que consigo trajo una consecuencia que determinaría (según el principio de causalidad) toda la realidad como hoy día la conocemos?

¿Qué hubo, antes de que existiera el tiempo y el espacio, que generó lo que conocemos como la explosión del bing-bang? La cadena tuvo que partir de un eslabón primero (si pensamos que todo esto es lineal). En el caso de que la linealidad de causas y consecuencias no fuese lineal y que todos los eslabones de la cadena estuviesen relacionados de alguna u otra manera, y que el primer eslabón estuviese conectado con el último, entonces ¿la cadena de causas y consecuencias termina donde empieza para empezar de nuevo o realmente no estuvo determinada y para esa consecuencia en especial no existió efecto? (este tema se retomará en la paradoja del tiempo, más adelante)

Antes de hablar sobre el azar se explicará brevemente en qué consiste la teoría del caos, con un fin meramente práctico para que el lector no requiera de suspender su lectura en vista de su no conocimiento frente a este tema.

Teoría del caos

Es una rama de las matemáticas y de la física que trata ciertos tipos de comportamientos impredecibles en sistemas dinámicos. Hay tres tipos de sistemas dinámicos:

  1. Estables: a medida que transcurre el tiempo, tiende a un punto u órbita según su dimensión (atractor)
  2. Inestables: a medida que transcurre el tiempo se aleja de los atractores, tiene gran independencia de las condiciones iniciales.
  3. Caóticos: manifiesta los dos comportamientos, por un lado el sistema es atraído por un atractor pero además existen fuerzas que lo alejan de este. De esta manera el sistema se encuentra en un espacio o zona determinado, pero sin un atractor fijo.

En los sistemas dinámicos donde en primer lugar se conoce las ecuaciones características que determinan su comportamiento y que además tienen condiciones iniciales fijas, se puede predecir exactamente su comportamiento en el transcurso del tiempo. En el caso de los sistemas caóticos es imposible predecir inequívocamente como se comportará en una cantidad de tiempo determinada, pues, la más mínima variación en las condiciones iniciales podría producir un resultado totalmente distinto al “esperado” teóricamente.

Hay una manera de entender el proceso de cómo se llegó a la teoría del caos, que consiste en 3 pasos:

El 1º paso es el de la no linealidad, que consiste en que un proceso termina generándose a si mismo, como el acoplamiento del sonido

Los procesos de realimentación se corresponden en física con las ecuaciones iterativas, donde el resultado del proceso es utilizado nuevamente como punto de partida para el mismo proceso. De esta forma se constituyen los sistemas no lineales, que abarcan el 90% de los objetos existentes. El ideal clásico sólo contemplaba sistemas lineales, en los que efecto y causa se identifican plenamente; se sumaban las partes y se obtenía la totalidad. Poincaré introdujo el fantasma de la no linealidad, donde origen y resultado divergen y las fórmulas no sirven para resolver el sistema. Se había dado el primer paso hacia la Teoría del Caos.

El 2º paso.

En 1960, el meteorólogo Edward Lorenz dio, sin proponérselo, el segundo paso hacia la Teoría del Caos. Entusiasta del tiempo, se dedicaba a estudiar las leyes atmosféricas y realizar simulaciones a partir de sus parámetros más elementales. Un día, para estudiar con más detenimiento una sucesión de datos, copió los números de la impresión anterior y los introdujo en la máquina. El resultado le conmocionó. Su tiempo, a escasa distancia del punto de partida, divergía algo del obtenido con anterioridad, pero al cabo de pocos meses -ficticios- las pautas perdían la semejanza por completo. Lorenz examinó sus números y descubrió que el problema se hallaba en los decimales; el ordenador guardaba seis, pero para ahorrar espacio él sólo introdujo tres, convencido de que el resultado apenas se resentiría. Esta inocente actuación fijó el final de los pronósticos a largo plazo y puso de manifiesto la extremada sensibilidad de los sistemas no lineales: el llamado "efecto mariposa" o "dependencia sensible de las condiciones iniciales". Se trata de la influencia que la más mínima perturbación en el estado inicial del sistema puede tener sobre el resultado final o, como recoge el escritor James Gleick, "si agita hoy, con su aleteo, el aire de Pekín, una mariposa puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene"

http://www.iac.es/gabinete/difus/ciencia/silbia/c2.htm

tercer paso:

El azar

Por su lado el azar implica la existencia de un abanico inmenso de posibilidades y que la posibilidad que se concreta era tan probable como la que no lo hizo, pues no hay causalidad que explique el acontecimiento. Por ende en el azar no hay ni una relación causal entre los procesos que se relacionan, es decir, son independientes entre sí. Para poder dar un ejemplo de un evento azaroso se cometerá a propósito el horrendo crimen de dejar de lado algunas variables, es decir aislar un sistema para mayor dinamismo en su análisis: en el caso de que dos personas que se conozcan y que sin ni un motivo aparente salgan de sus casas a la calle, y además que nunca antes hayan acordado un encuentro efectivamente se encuentren, en ese caso en particular existiría el azar, pues tras eventos aleatorios se produjo un efecto nunca antes previsto. El problema con esto es que ¿es posible que sin ni un motivo, una persona elija hacer algo, acordándonos de la teoría de causa-efecto? estamos pues frente a un sistema caótico, en done no se conoce la causa inicial y por ende no se puede predecir lo que va a ocurrir, la pregunta de fondo es ¿tiene que haber una causa para todo efecto existente? Siendo que según la teoría del bing-bang esa irrompible cadena partió “de la nada” pues ¿Qué causa puede existir antes del tiempo? ¿Qué fue lo que gatilló dicha explosión creadora de nuestra realidad? Estamos acostumbrados a ver todas las cosas en orden y no admitimos que no haya linealidad en los sucesos, la idea de causa y efecto es INERENTE al ser humano, siendo que la realidad no es por nada continua, he ahí el error de las ciencias pues tienden a “objetivizarlo” todo y reducirlo a términos simples dándole un orden aparente. Esto se puede ejemplificar de muchas maneras, una de ellas es el juego de busca-minas descrito en la introducción a la pregunta de la tesis, en donde las reglas del juego, los criterios que se tenían que utilizar para discriminar una opción de la otra ya no servían ¿pequeña falla del sistema o gran falla en la forma reduccionista que tenemos para entender una realidad desordenada?

Libre albedrío

El libre albedrío es el poder o la capacidad de una persona de tomar una decisión sin estar sujeto a ni un limitante, se separa de la relación causa y efecto.

Después de haberse hecho este breve conjunto de nociones básicas de lo que son los conceptos de: destino, determinismo, indeterminismo, azar y libre albedrío se puede decir que tanto el azar como el destino son distintos tipos de determinismo, pues en un juego de dados independientemente de que el dado esté determinado por una fuerza desconocida que lo manipule a su voluntad o que el resultado sea producto de diversos eventos aleatorios su resultado siempre va a DETERMINAR al ganador.

El azar, por otro lado, implicaría que, a pesar de que toda reacción esté determinada por una acción, esta última sería posible y no inevitable.

Finalmente en el “libre albedrío” algunas reacciones, estarían determinadas por su acción correspondiente, y esa acción nacería de la voluntad

El objetivo de esta tesis es entonces, comparar los conceptos de destino, azar, determinismo y libre albedrío con la realidad, con las cosas que pasan día a día, establecer los diversos factores, fuentes de predeterminación (a través de los cuales actuaría esta cadena de acciones y reacciones).

Para finalizar está introducción se le pedirá al lector que sea sincero al contestarse, para si mismo, la siguiente pregunta: ¿ha usted utilizado, en alguna ocasión de su vida las siguientes frases o por lo menos, otras que se refieran a lo mismo?

La causa de las acciones que generan reacciones, es lo que está en cuestión

En base a la teoría de las causas, de acción y reacción donde todo acontecimiento, suceso, evento, etc. Causa inevitablemente otro, se puede decir que la fuente de determinación, el ser de la “fuerza mayor” se encuentra en las acciones, sin embargo sería más exacto afirmar que las acciones son el medio que tiene esta fuerza para actuar sobre la existencia, siguiendo el siguiente esquema:

Fuerza mayor à Acción à Reacción

Concertándonos ahora, en esta “energía” al parecer divina, se puede decir que depende exclusivamente de cada cultura y creencia, si es o no voluntariosa. En el caso de los cristianos correspondería al plan de Dios y en el de los no creyentes y escépticos a un conjunto de factores que hacen factible o no factible, más probable o menos probable una posibilidad, dentro de un abanico de posibilidades.

La cuestión está en, qué tan factible sea la idea de esté “abanico” de posibilidades pues, es verdad que puede usted, perfectamente, dejar de leer este aburrido texto, sin embargo no lo ha hecho, decisión que se acaba de tornar imposible de cambiar, pues ya es pasado. Alguien podría decir que perfectamente pudo haber elegido dejar de leer el texto en aquel instante, pero ¿Por qué no lo hizo? ¿Realmente usted era capas de dejar de leer? ¿O alguien o algo lo tenía ahí, concentrado precisamente en esas palabras, impresas en esas líneas, en ese momento y lugar?

Por otro lado, si no hubiese leído eso, no le habría surgido el extraño deseo de dejar a un lado este papel. Pues bien, yo, que estoy (en el pasado) escribiendo esto, lo tengo ahí sentado, parado, acostado o como esté, concentrado en mis palabras. La acción que estoy ejerciendo en “mí ahora” tendrá su reacción en “su ahora”. Es decir en el momento que usted está viviendo. Perdón, que acaba de vivir. En resumidas cuentas la fuerza mayor actuó en mí, para que yo generara esta acción y determinara en usted una inevitable reacción. Paradójicamente, quien ha determinado mi acción ha sido, la que va a tener que leer esto, para evaluarlo. Entonces, ¿la fuerza mayor actuó en mi profesora o en mí?

Paradoja del hombre en un laberinto

Un hombre fue encerrado en un laberinto por un peligroso criminal que solía torturar a sus víctimas, el cual le había dejado una nota que decía:

Querido desafortunado has sido elegido entre miles para resolver este laberinto, antes de empezar debes saber que a lo largo de esta red de pasillos, bifurcaciones y puertas he dejado distintas pistas con las cuales podrás elegir el camino correcto. Si llegas a equivocarte en una sola ocasión lo sabrás en seguida por un cartel que dirá “HAS PERDIDO” si llega a pasar eso estarás encerrado en este túnel por el resto de tus días, los cuales no serían muchos pues morirías de hambre, sed, o soledad. En el caso de que aciertes en todas las instancias tras la última puerta dirá “ERES LIBRE” y podrás seguir tu vida con toda normalidad sabiendo que jamás te molestaré de nuevo, buena suerte mi querido desafortunado.

El hombre entonces empezó a caminar y a medida de que avanzaba y se encontraba con bifurcaciones, se fue dando cuenta que había ciertos criterios que se podían utilizar para descartar un camino de otro. En la primera bifurcación apareció una flecha debajo de la cual decía “Camino hacia la salida” en una segunda instancia el hombre entró a una sala en donde habían ocho puertas las cuales tenían un número asignado cada una (del 1 al 8) y en el centro de este cuarto había una mesa con un ejercicio matemático, el cual presentaba la siguiente ecuación:

x2 + 2x + 1 = 16 à [x2 + 2x + 1 = (x + 1)2]

(x + 1)2 = 16 /√

x + 1 = 4 /-1

x + 1 – 1 = 4 - 1

x = 3

Por lo que eligió la puerta número tres. Cada vez, a medida que avanzaba por el camino, los criterios que utilizaba para descartar un camino del otro se hacían más difíciles de identificar y requerían de más tiempo para que estuviese seguro de la respuesta, en una ocasión se dio cuenta de que no cabía por uno de los caminos por ende debía seguir por el otro. Y así el hombre cada vez se demoraba más en elegir una opción seguro de que esa era la correcta. Finalmente, tras horas de caminar y elegir caminos se encontró con un cartel el que decía: ¡FELICITACIONES! HAS LOGRADO LLEGAR A LA ÚLTIMA BIFURCACIÓN, UNA DE LAS DOS PUERTAS TE LLEVARÁ A LA SALIDA Y LA OTRA TE DEJARÁ ENCERRADO POR SIEMPRE EN ESTE LABERINTO, ¡SUERTE! Al ver el hombre que el pasillo era totalmente simétrico y que tanto un camino como el otro podían ser la respuesta correcta además de que no había ni un cartel o pista que diera ni una orientación (más que la palabra ¡suerte! En el último cartel leído), sacó de su bolsillo una moneda y dijo en voz alta: sale cara me voy por la izquierda, sale cruz por la derecha. Acto seguido hizo que la moneda girara, esta calló y según el resultado eligió un camino, al cruzar la puerta leyó un cartel que decía ¡ERES LIBRE! El hombre pudo salir del túnel y seguir viviendo.

Ahora, se puede hacer la analogía con el azar, el determinismo y el principio de causalidad, pues cada pista que el hombre debía resolver era una causa para una consecuencia, es decir que según la pista el hombre estaba determinado a elegir uno de los caminos, en el fondo, ocupó distintos criterios que lo determinaron a lo largo de todo el camino. El gran problema está en la última bifurcación pues todos los criterios que el hombre podía utilizar para establecer que camino elegir, ya no servían, de todas maneras estaba determinado por su deseo de seguir viviendo pero eso no le daba ni una razón para elegir una opción en desmedro de la otra ¿Qué hacer en ese caso? Pues la decisión que debía hacer era totalmente absurda, no había criterios lógicos que utilizar. El hombre estaba indeterminado para esa decisión y en vista de eso su respuesta fue autodeterminarse tirando una monedo, usó un criterio auxiliar que le ayudó a tomar la elección.

El ser humano tiene tan arraigada la idea de orden que en una situación que depende meramente del azar, como la elección del pasillo, tiende a autodeterminarse según criterios auxiliares que lo liberan de la obligación de tomar una elección absurda. Frente al caos el ser humano tiende al orden bajo criterios auxiliares (teoría)

Surgen muchas preguntas ¿en el caso de que exista el destino, la fuerza mayor determinó la moneda del hombre?¿el hombre no tener criterios para elegir es realmente libre en esa decisión?¿pudo haber elegido sin tirar la cadena simplemente por que sí?¿que existe, el azar o el destino?

1 comentario:

Teoría del Conocimiento dijo...

Muy buena tesis daniel, solo que te falta ordenar un poco las ideas, a veces me perdía leyendo y me costaba engancharme de nuevo, pero todo lo demas muy bien. Bien definido cada concepto, y muy bien explicada cada idea..

josé santander