Bien, aquí voy: normalmente nuestras vidas avanzan por esta jungla, a la que hemos bautizado como “civilización”, sin hacer altos ni pares, ha llegado a lo más profundo de nuestra consciencia aquel refrán popular que dice: “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”, este mundo gira demasiado rápido y si no giramos con él, nos hundimos en el abismo de la soledad, abandono, cesantía, etc.
Tan enajenados estamos de este prototipo de vida perfecta, que, de un tiempo a esta parte me he percatado que se nos está olvidando cuándo dejamos de sobrevivir y comenzamos a vivir. Y en esto me gustaría hacer hincapié, porque son estos dos términos que acabo de mencionar, aquellos en los que se funda mi cuestionamiento. Recuerdo que cuando tenía, más o menos, 15 años, aparecieron en mi vida, aquellas dos palabras, como dos tortolitas que nunca más volvieron a volar en busca de un nuevo hogar, y que, sí bien, son similares, si logramos entender su abismante diferencia, probablemente encontraremos la cura al cáncer más dañino, a mi parecer, del día de hoy, que es aquel con el que cargan todas las grandes civilizaciones de nuestra era contemporánea y que transforma a los hombres en autómatas, verdaderas máquinas de trabajo que funcionan en base a las rutinas a las cuales están tan acostumbrados, es el cáncer de la Globalización. Y aquí está la madre del cordero, como diría algún huasito, es precisamente esta Globalización la que nos ha hecho enredar y confundir, el “vivir” del “sobrevivir”. Me imagino que ustedes todavía se preguntarán, está bien, pero ¿cuál es la diferencia que este sujeto hace entre “vivir” y “sobrevivir”? bien, cuando hablo de sobrevivir, me refiero a soportar el día a día, es decir, tratar de desgastarme lo menos posible consiguiendo mis necesidades básicas para mantener mi existencia en pie, por otra parte cuando hablo de vivir, hablo de darme por entero para lograr aquellas cosas que sueño y que deseo y una vez que las consigo, disfrutarlas al máximo, sin estar pensando que si me desgasto demasiado en eso, probablemente mi existencia se vea afectada, eso a grandes rasgos claro.
Bien, luego de esta resumida crítica a la sociedad actual que les he presentado, les aclaro por qué se las he presentado, lo he hecho porque todo lo que he escrito anteriormente son ideas que me han estado dando vueltas en la cabeza desde hace mucho tiempo, yo creo que demasiado, quizás de distintas formas, pero lo esencial, que es lo que he tratado de expresarles en las resumidas líneas de la página anterior, siempre se ha mantenido, entonces ¿cómo podrían ustedes entender el por qué de mi pregunta, sin antes saber aquellas motivaciones personales que me han llevado a formularla? Imposible.
Bueno ahora ustedes saben el núcleo, o, idea central de mi pregunta, es decir todo lo que hay tras ella, pero qué es lo que ha inyectado que sea ahora, que no haya sido antes, el surgimiento de esta, es lo que les relataré a continuación, y se los relataré porque ocurrió de un modo casual y en el momento menos esperado. Resulta que, me dirigía, hace aproximadamente dos semanas atrás, a la casa de mi polola, y para variar, iba atrasado, entonces iba muy apurado, pasó pues que una vez llegué a la estación del metro donde tenía que bajarme, salí prácticamente corriendo de este, y cuando iba subiendo las escaleras, bastante cansado, <
Matías Valdés L.
3ºMedio C
No hay comentarios.:
Publicar un comentario