11 de marzo de 2008

Historias Falaces

Pelea En El Gremio Literario (Versión literaria)

“Como la tensión acumulada puede hartar a cualquiera”

por Diego Salazar
Rapunzel

Había una vez una pareja que hacía mucho tiempo deseaba tener un bebé. Un día, la mujer sintió que su…

– ¿Ya estás contando ese cuento de nuevo? ¿No te parece que contar la misma historia desde 1812 es un poco monótono?

¿Qué? Mira, ¡que quede bien claro que ya te he aguantado bastante!, ¿cómo se supone que uno va a trabajar si eres tan ingrato?

– ¿Ingrato yo? A ver, ¿cuál de los dos es el que acapara más líneas?

¡Te dicen que soy el narrador! ¿No te cabe eso en la cabeza?

– ¡Ya me lo decía mi mujer! No sé en que minuto acepté esta labor contigo, podría haber sido un grandioso presentador de artículos científicos, o podría haber tomado el magnífico trabajo de hablante lírico, pero…

¿Pero?

–… pero yo era un joven tonto e idealista, quería ser un artista destacado, un personaje, ¡un actor! Lamentablemente todos los cupos estaban copados en el drama…

Eso no fue lo que me dijeron, según me contaron El Hablante Lírico y Shakespeare, tu no podías expresar bien tus emociones, necesitabas demasiadas instrucciones y los paréntesis cortos no te bastaban.

– ¡Como pudiste creerles! El Hablante lírico es claramente… rarito, o sea, ¡que clase de persona puede ir por la vida haciendo rimas con todo las cosas que ve! Y con respecto al calvito, ¿sabías que su padre era un granjero? (Ad Hominem)

No veo de que modo una cosa afecta a la otra, de todos modos ¿a quién le importa? Mira, antes de que hiciéramos esta sociedad, ninguno de nosotros teníamos trabajo. Por suerte nos contrataron cuando transcribieron “La Iliada”. ¿Te imaginas que hubiera pasado si ese par de sumerios no se hubieran resfriado? Además, ellos lo hubieran hecho peor.

– ¿Tu crees?

¡Por supuesto! No hay prueba de lo contrario. (Ad Ignorantiam)

¡Ejem! Hay un historia de Rapunzel que debemos representar, ¿saben?

– ¡La historia! ¿Cómo olvidamos seguir con la historia?

No la hubiéramos olvidado si no fuera por culpa de algún tonto que tuvo un ataque de celos.[1]
A ver, no se enoje tanto, le apuesto a que no puede ser tan difícil ser un autor. Es decir, toma su lápiz y su cuaderno y escribe desde el calor de su hogar. No puede ser tan complicado. Por ejemplo, recuerdo una vez que se me hizo ser un narrador testimonial en medio de la revolución Rusa. ¿¡No sabe cuan helado estaba ese lugar!?

– ¿De qué te quejas? Yo he tenido que hacer cosas mucho más arriesgadas que helarme un poco, ¿no recuerdas esa vez que narraste que Héctor era brutalmente asesinado por Aquiles y luego atado a un carro y arrastrado varias vueltas alrededor de Troya? ¡Y para peor fue mi primer trabajo!

Está bien, quizá tienes razón en eso, pero no veo porque te quejas tanto, recuerda que finalmente tú eres el famoso. ¿Acaso alguien recuerda al narrador del Señor de Los Anillos? ¡No! ¡Todos recuerdan a los personajes y al autor!

¡Son todos unos ambiciosos! ¿Por qué no se callan y son más profesionales? Claro, uno que es título se queda callado y acepta ser el último de los últimos.

¿El último de los últimos? ¡Pero si todos se acuerdan de ti! Además, eres el que tiene más trabajo de todos nosotros.

¿Y dónde queda el desarrollo personal? O sea, es cierto que tengo miles de ofertas de trabajo, pero créanme que yo tengo mucho más potencial que tan sólo ser un título. Para colmo, a veces se me crítica de que incluso hago mal mi modesto trabajo, ¿qué se creen esos profesores de castellano? ¿Creen que porque uno pequeño las ofensas no hieren?[2]

Miren, no los trataré de convencer, no es mi intención que piensen igual que yo, pero si siguen en esta postura ¡no me quedará más remedio que irme y dejarlos sintítulo! A ver si pueden reescribir el cuento sin el título de “Rapunzel” (Ad Baculum)

– ¡Oh, no! ¡Nos acusaran de robar derechos de autor! ¿Cómo explicaremos que nos era imposible usar el título original?

Estás loco, no puedes renunciar así como así, nadie puede.

Claro que puedo, en especial si uds. no se hacen respetar como gremio. ¿Qué es eso de dejarse pisotear porque el autor manda?

– Eso lo dijo el narrador, no yo. Yo estoy plenamente de acuerdo con el jefe. Eres mediocre en tu trabajo y no valorizas realmente la importancia de éste..[3][4]
[1] Nota del Autor: ¡Son unos incompetentes! Uno intenta hacer una reversión de este cuento y lo único que hacen es pelear, pelear y pelear. ¡Miren como han dejado mi hoja de papel, está llena de incoherencias!
[2] N. del A.: Bueno, no puedes pretender que te feliciten por ser mediocre, al fin y al cabo, tu trabajo es vital para cualquier obra, por lo que es inadmisible error alguno. Por ejemplo, puedo recordar la vez que leí el guión de “Los Tomates Asesinos”, era un pésimo título y un pésimo guión. Los malos títulos siempre se adjuntan a una mala obra. (Post hoc)

Me parece lógico, a mí me hace mucho sentido al menos.

– Si, es muy convincente con lo que a mi respecta. ¿Ha pensado en escribir algún manifesto para algún partido político? Realmente tiene poder de convencimiento.

No pueden estar hablando en serio, ¿tan básicos son? O sea, ¡es imposible que los haya convencido tan fácilmente!

– ¡Óyeme una cosa! Yo he interpretado a varios zares, emperadores, reyes, revolucionarios, filósofos y políticos varios. Yo sé de estas cosas.

¿Cómo puedes estar en desacuerdo con el autor? Mira, ya hemos perdido mucho tiempo por insubordinarnos y hacer lo que queríamos ya habríamos terminado la historia de Rapunzel hace mucho tiempo si no fuera por estas discusiones que no llevan a ninguna parte. Mejor haz como siempre hacemos y di que él tiene la razón. Él es el que dirige esto y sabe que es lo mejor. (Ad Verecundiam)
[3] N. del A.: No peleen por favor. Este ha sido un día tenso, ¿saben? Creo que todos nosotros hemos desahogado cosas que queríamos expresar, pero no nos dejemos desunir. Son tantas nuestras diferencias. Mira, Título, se que te he maltratado mucho, y aunque no esté muy a gusto con tu labor, de todos modos te respeto. O sea, cuando yo recién aprendía a escribir, tu ya habías titulado miles te textos. ¡Debes seguir con nosotros! ¿Cómo sería posible seguir sin tu compañía? (Ad populum)

¿En serio soy tan importante? 4

–––––––––––––––––––––––––––––
[4] N. del A.: Que no te quepa duda, tu eres un veterano de la literatura.

Bueno, si lo pones así, me quedo.

– Vieron, dije que él era muy sabio.

Una eminencia en la fundamentación. No hay más que decir.

Eso sí, sigamos otro día, hemos agotado muchas energías en esta discusión.

Plenamente de acuerdo. Al menos nos sirvió para eliminar asperezas entre colegas. 5

–––––––––––––––––––––––––––––
5 N. del A.: Bueno, nos vemos entonces. ¡Hasta mañana!

¡Chao!

– ¡Nos vemos!

¡Cuídense!

***

Pelea En El Gremio Literario (Versión Académica)
“Como la tensión acumulada puede hartar a cualquiera”

Por Diego Salazar Barrera

Personajes:
Personaje
Narrador
Título
Autor
“Los acontecimientos dentro de la obra son ejecutados desde dos planos complementarios: uno es un plano metafísico, donde los componentes básicos de una novela o cuento tienen características humanas; el otro, en cambio, es el plano físico donde nosotros habitamos, desde donde “Autor” interactúa con el resto de los personajes a través de una hoja de papel. Lo que se ve en el guión es lo que va quedando plasmado en la hoja”
Título: Rapunzel.
Narrador: Había una vez una pareja que hacía mucho tiempo deseaba tener un bebé. Un día, la mujer sintió que su…
Personaje: ¿Ya estás contando ese cuento de nuevo? ¿No te parece que contar la misma historia desde 1812 es un poco monótono?
Narrador: ¿Qué? Mira, ¡que quede bien claro que ya te he aguantado bastante!, ¿cómo se supone que uno va a trabajar si eres tan ingrato?
Personaje: ¿Ingrato yo? A ver, ¿cuál de los dos es el que acapara más líneas?
Narrador: ¡Te dicen que soy el narrador! ¿No te cabe eso en la cabeza?
Personaje: ¡Ya me lo decía mi mujer! No sé en que minuto acepté esta labor contigo, podría haber sido un grandioso presentador de artículos científicos, o podría haber tomado el magnífico trabajo de hablante lírico, pero…
Narrador: ¿Pero?
Personaje: Pero yo era un joven tonto e idealista, quería ser un artista destacado, un personaje, ¡un actor! Lamentablemente todos los cupos estaban copados en el drama…
Narrador: Eso no fue lo que me dijeron. Según me contaron El Hablante Lírico y Shakespeare, tu no podías expresar bien tus emociones, necesitabas demasiadas instrucciones y los paréntesis cortos no te bastaban.
Personaje: ¡¿Cómo pudiste creerles?! El Hablante lírico es claramente… rarito, o sea, ¡¿qué clase de persona puede ir por la vida haciendo rimas con todas las cosas que ve?! Y con respecto al calvito, ¿sabías que su padre era un granjero? (Ad Hominem)
Narrador: No veo de que modo una cosa afecta a la otra, de todos modos ¿a quién le importa? Mira, antes de que hiciéramos esta sociedad, ninguno de nosotros teníamos trabajo. Por suerte nos contrataron cuando transcribieron “La Iliada”. ¿Te imaginas que hubiera pasado si ese par de sumerios no se hubieran resfriado? Además, ellos lo hubieran hecho peor.
Personaje: ¿Tú crees?
Narrador: ¡Por supuesto! No hay prueba de lo contrario. (Ad Ignorantiam)
Título: ¡Ejem! Hay una historia de Rapunzel que debemos representar, ¿saben?
Personaje: ¡La historia! ¿Cómo olvidamos seguir con la historia?
Narrador: No la hubiéramos olvidado si no fuera por culpa de algún tonto que tuvo un ataque de celos.
Autor: ¡Son unos incompetentes! Uno intenta hacer una reversión de este cuento y lo único que hacen es pelear, pelear y pelear. ¡Miren como han dejado mi hoja de papel, está llena de incoherencias!
Narrador: A ver, no se enoje tanto, le apuesto a que no puede ser tan difícil ser un autor. Es decir, toma su lápiz y su cuaderno y escribe desde el calor de su hogar. No puede ser tan complicado. Por ejemplo, recuerdo una vez que se me hizo ser un narrador testimonial en medio de la revolución Rusa. ¿¡No sabe cuan helado estaba ese lugar!?
Personaje: ¿De qué te quejas? Yo he tenido que hacer cosas mucho más arriesgadas que helarme un poco, ¿no recuerdas esa vez que narraste que Héctor era brutalmente asesinado por Aquiles y luego atado a un carro y arrastrado varias vueltas alrededor de Troya? ¡Y para peor fue mi primer trabajo!
Narrador: Está bien, quizá tienes razón en eso, pero no veo por qué te quejas tanto, recuerda que finalmente tú eres el famoso. ¿Acaso alguien recuerda al narrador del Señor de Los Anillos? ¡No! ¡Todos recuerdan a los personajes y al autor!
Título: ¡Son todos unos ambiciosos! ¿Por qué no se callan y son más profesionales? Claro, uno que es título se queda callado y acepta ser el último de los últimos.
Narrador: ¿El último de los últimos? ¡Pero si todos se acuerdan de ti! Además, eres el que tiene más trabajo de todos nosotros.
Título: ¿Y dónde queda el desarrollo personal? O sea, es cierto que tengo miles de ofertas de trabajo, pero créanme que yo tengo mucho más potencial que tan sólo ser un título. Para colmo, a veces se me crítica de que incluso hago mal mi modesto trabajo, ¿qué se creen esos profesores de castellano? ¿Creen que porque uno pequeño las ofensas no hieren?
Autor: Bueno, no puedes pretender que te feliciten por ser mediocre, al fin y al cabo, tu trabajo es vital para cualquier obra, por lo que es inadmisible error alguno. Por ejemplo, puedo recordar la vez que leí el guión de “Los Tomates Asesinos”, era un pésimo título y un pésimo guión. Los malos títulos siempre se adjuntan a una mala obra. (Post hoc)
Narrador: Me parece lógico, a mí me hace mucho sentido al menos.
Personaje: Si, es muy convincente con lo que a mi respecta. ¿Ha pensado en escribir algún manifiesto para algún partido político? Realmente tiene poder de convencimiento.
Título: No pueden estar hablando en serio, ¿tan básicos son? O sea, ¡es imposible que los haya convencido tan fácilmente!
Personaje: ¡Óyeme una cosa! Yo he interpretado a varios zares, emperadores, reyes, revolucionarios, filósofos y políticos varios. Yo sé de estas cosas.
Narrador: ¿Cómo puedes estar en desacuerdo con el autor? Mira, ya hemos perdido mucho tiempo por insubordinarnos y hacer lo que queríamos. Ya habríamos terminado la historia de Rapunzel hace mucho tiempo si no fuera por estas discusiones que no llevan a ninguna parte. Mejor haz como siempre hacemos y di que él tiene la razón. Él es el que dirige esto y sabe que es lo mejor. (Ad Verecundiam)
Título: Miren, no los trataré de convencer, no es mi intención que piensen igual que yo, pero si siguen en esta postura ¡no me quedará más remedio que irme y dejarlos sin título! A ver si pueden reescribir el cuento sin el título de “Rapunzel” (Ad Baculum)
Personaje: ¡Oh, no! ¡Nos acusaran de robar derechos de autor! ¿Cómo explicaremos que nos era imposible usar el título original?
Narrador: Estás loco, no puedes renunciar así como así, nadie puede.
Título: Claro que puedo, en especial si uds. no se hacen respetar como gremio. ¿Qué es eso de dejarse pisotear porque el autor manda?
Personaje: Eso lo dijo el narrador, no yo. Yo estoy plenamente de acuerdo con el jefe. Eres mediocre en tu trabajo y no valorizas realmente la importancia de éste.
Autor: No peleen por favor. Este ha sido un día tenso, ¿saben? Creo que todos nosotros hemos desahogado cosas que queríamos expresar, pero no nos dejemos desunir. Son tantas nuestras diferencias. Mira, Título, se que te he maltratado mucho, y aunque no esté muy a gusto con tu labor, de todos modos te respeto. O sea, cuando yo recién aprendía a escribir, tu ya habías titulado miles te textos. ¡Debes seguir con nosotros! ¿Cómo sería posible seguir sin tu compañía? (Ad populum)
Título: ¿En serio soy tan importante?
Autor: Que no te quepa duda, tu eres un veterano de la literatura.
Título: Bueno, si lo pones así, me quedo.
Personaje: Vieron, dije que él era muy sabio.
Narrador: Una eminencia en la fundamentación. No hay más que decir.
Título: Eso sí, sigamos otro día, hemos agotado muchas energías en esta discusión.
Narrador: Plenamente de acuerdo. Al menos nos sirvió para eliminar asperezas entre colegas.
Autor: Bueno, nos vemos entonces. ¡Hasta mañana!
Narrador: ¡Chao!
Personaje: ¡Nos vemos!
Título: ¡Cuídense!

Fin
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Paso efímero por la Atlántida
por Cristóbal Cortese

En el siglo I, durante el reinado de Keimel, estaba éste y su esposa la reina Añun, con
Quien llevaba casado mas de 10 años casados y tenia la gracia de haberle dado su
primer hijo, un varón que se desarrollo fuerte y sano, éste era educado por los ancianos
que se encargaban de transcribir las leyes de la Atlántida y aconsejar a su padre el Rey
Keimel, que había logrado llevar a su pueblo por la prosperidad y la armonía en todo su periodo.
La Reina Añun mujer suave y amorosa, pero de facciones serias y duras (que) hacían
dificultoso creer en su bondad y serenidad. Estaba preocupada por el futuro de su hijo y
tenia una discusión sobre la enseñanza y los conceptos prioritarios en la formación de
Kumiel joven príncipe Atlántida, quien algún día ocuparía el trono de cuidad general, lugar desde donde el parlamento junto al rey gobernaban la Atlántida.
Se había organizado la educación y formación de todos los habitantes en base a cuatro conceptos básicos, las artes, la percepción extrasensorial, la clarividencia y la adivinación, y el desdoblamiento.
Las artes eran fundamentales y cultivaban en sus habitantes el gusto por la música, que era el lenguaje de las entidades de otros mundos, con quienes llegaban a contactarse y de quienes obtenían conocimientos para las megas construcciones que dominaban el territorio.
La percepción extrasensorial era fundamental puesto que los seres a quienes consideraban sus maestros supremos se comunicaban solo a un nivel mental.
La clarividencia se hacia imperiosa para tener información acerca de los sucesos climáticos las constantes erupciones volcánicas, y los incesantes movimientos telúricos.
El desdoblamiento permitía a estos seres que ya habían sufrido una lluvia de meteoritos
En donde había fallecido casi el 50% de la población masculina tomar rápidamente resguardo en los distintos túneles especialmente diseñados para garantizar la sobrevivencia y poder llegar a cumplir su misión, repoblar el universo.

Por las noches los habitantes cepillaban sus ondulados y verdes cabellos y tomaban baños de luz de luna en el valle Moxo que era un lugar donde
Habitaban pequeños animales marinos, los cuales fueron domesticados.(Falacia ad ignorantiam)

En su plática nocturna el rey Keimel finalizaba siempre su discurso con una arenga monótona e impracticable como suelen hacerlo siempre las personalidades públicas. (Falacia ad hominem).
Esa noche el rey llamo a su esposa e hijo y los reprendió duramente a ambos por la
Ineficacia en los aprendizajes básicos del pequeño príncipe y crítico a su esposa, luego prometió al maestro que de seguir así las cosas lo exiliaría fuera de palacio. Falacia ad baculum), pues él era el rey y no toleraría incompetencias.
El maestro respondió que la política educativa del estado no hace distingos de clases
Sociales y el príncipe es igual que cualquier niño de su edad en el reino, por lo tanto no tiene presiones escolares hasta los 12 años. (Falacia ad verecundiam)
El rey respondió que su hijo tiene el deber de mostrar inteligencia compromiso y
Gratitud con los súbditos del reino. Ya que los maestros supremos los habían designados sus sucesores en la galaxia y si Kumiel no se esforzaba ponía al reino en
Peligro. ( Falacia ad populum). Al otro día Superado el incidente Kimel y Añun
quienes dominaban los cuatro principios básicos de la educación de la Atlántida percibieron que venia un gran suceso físico que pondría fin a sus días de la era atlántica y así al llegar el atardecer en la majestuosa Atlántida los pobladores empezaron a ver como su ciudad era atacada pero un catástrofe de tamaños impensables, enormes meteoritos caían y destrozaban las construcciones y arrasaban con cualquier ser que estaba a su paso, esta vez ni siquiera todo el poder y conocimientos elevados de los atlánticos pudieron salvarlos de su destino. (Falacia Post hoc)

FIN

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“Fiesta, madre y falacias: todas informales”

por Tomás Marticorena
3ro Medio C

Todo se esperaba de lo mejor para aquel carrete de los amigos ignacianos. Los padres dueños de casa llegarían al otro día, no faltarían las mujeres y el ánimo estaba de lo mejor.
Los adolescentes, en ese momento se sentían hombres, y se habían juntado temprano para tener todo listo. Obviamente el alcohol no podía faltar en una celebración con tales expectativas. De este modo alrededor de las 10 de la noche, abrieron la primera botella de ron para estar “en forma” cuando llegaran las esperadas. Luego de haber transcurrido algo de tiempo, los jóvenes comenzaron a inquietarse.
Oye, llama a alguna de las minas po’h – dijo el más desesperado.
Llama tú, porque eri’ el macabeo (Ad hominem) – respondió uno.
No porque la vea todos los días, quiere decir que sea macabeo. Me puede engañar y ¿qué harían ustedes si yo me muero de amor? (Ad populum) – dijo el clásico ignaciano enamorado de peloláis de cvx.
No seai’ exagerado, mejor piensa en lo que puede ocurrir esta noche entre tú y ella –sugiriendo algo que todos sabían a que se refería.
Ésta última oración, hizo que varios se incomodaran y comenzaran a beber para tranquilizarse. Algunos quedaron más afectados que otros.
Yo cacho que ya ni vienen, igual nunca confié en ellas – tomando el último conchito del vaso.
Así son las mujeres, traicioneras.
No todas, nuestras madres son mujeres, por lo tanto no todas son traicioneras (Falsa causa) – al mismo tiempo que levantaba el vaso – salud!
Por nosotros.
Por las mujeres
No, por el Cuti –provocando la risa de todos.
Según lo que dice el colegio y el tío Alex “droga” Bustamante, el alcohol en grandes cantidades hace mal. (Ad verecundiam)
Pero hay que celebrar.
De veras –razonando en serio.
Así continuaron conversando de la vida, ninguno volvió a comentar la inasistencia de las mujeres. Eran hombres, no necesitaban de ellas. Como era de esperar, algunos comenzaron a contar sus ridiculeces más íntimas, esas que la lengua al otro día, se arrepiente de haberlas soltado: cómo la última vez que se orinaron en la cama, o de cuando veían mekano mientras bailaban axé. También abrieron cicatrices que tenían de hace años.
¿Te acordai’ cuando te cacharon por mi culpa en la prueba de biología? –dijo uno lamentándose.
No me vengai’ a recordar eso, que por tu culpa el Rocky me puso condicional. Así que una más y chao nuestra amistad (Ad baculum)
A las tantas de la madrugada, el grupo se tranquilizó y se fueron a dormir, pero nadie se preocupó de ordenar, limpiar, recoger el desorden que habían dejado en la casa. A primera hora de la madrugada, llegaron los padres y vieron el desastre que había. Intentaron despertar a su hijo pero éste medio dormido aún, les dijo:
Nadie puede comprobar que existe Dios, por lo tanto, los católicos son unos ilusos o unos apostadores viciosos que juegan a ganar (Ad Ignorantiam) –dijo el hijo que no podía ni abrir los ojos.
Los padres no tuvieron tiempo para pedir explicación a aquella frase, debido a que inesperadamente llegó a la casa una madre que venía a buscar a su hijo. Rápidamente la dueña de casa comprendió que todas aquellas botellas podrían causar algún problema con la señora, así que en un santiamén recogió todo y lo escondió. De esta forma la señora no se percató la magnitud de la fiesta, y esos ignacianos al menos por un día, valoraron a la mujer. (Independientemente si ésta fuera la madre de un compañero).


Fin
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Solo un bar
Por Andrés Baeza

Entra un señor al bar “Legendario” esperando tomar algo e irse, el señor lleva una chaqueta larga y negra, con una bufanda al rededor de su cuello, al entrar se acerca a la barra que está al centro del bar, mientras se saca la chaqueta, le dice al cantinero:
-Me das un vodka por favor

El cantinero no advirtió la petición del señor y hasta parecia estar pensando en otra cosa ya que ni a la limpieza del meson le prestaba atención, siguió sumido en su sueño como había estado haciendo hasta el momento.

El señor sorprendido por la nula atención prestada por el cantinero, decidió acercarse y avisarle de nuevo, al acercarse le dijo:
-Hey, te acabo de pedir lo que quiero y tu ni siquiera me prestas atención, si no me atiendes de inmediato me iré al bar que esta en frente. (ad baculum)

El cantinero pega un salto hacia atrás un poco asustado por la reacción del señor, mira al señor y le pregunta:
-¿Disculpe, me habia pedido algo?
-Si-contesta el señor indignado- un vodka

El cantinero va hacia otro lugar a buscar una botella y un vaso, llega donde el señor y le sirve el vaso
-Aquí lo tiene señor, no tenia por que enojarse, solo hablarme mas fuerte.
-Tu me dices eso como excusa, pero si hubiera sido alguien mas importante no le habrías simplemente “no escuchado” .
-Claro que no, mi jefe dice que esas personas son las prioridades. (ad verecundiam)

El cantinero estando muy tranquilo logra advertir a un hombre que se sienta justo al lado del señor, el hombre viste una casaca verde y parece estar bastante cansado, el hombre le pide una piscola al cantinero.
-De inmediato- le dice el cantinero al hombre.
-Seguramente no te lo traerá de inmediato ya que como me dijo, solo atiende de inmediato a las personas que su jefe considera importantes- le dice el señor al hombre

El hombre mira al señor y suelta una sonrisa por el ceño fruncido del señor.
-No es malo el servicio aquí, he venido varias veces y el siempre me ha tratado bien.
-Eso lo hace contigo, ¿quién dice que no haga lo contrario con los demás?.

Llega el cantinero con el vaso de piscola pedido por el hombre, al llegar donde el hombre, deja el vaso sobre la barra, y antes de que se moviera hacia otro sector el señor un poco mas tranquilo le pregunta al cantinero:
-¿Me puedes traer otro?
-Si, pero espere que iré a atender a los que están por allá- señala a unas tres personas
-¿Acaso ellos son considerados mas importantes por tu jefe?

El hombre advierte el enojo del señor y lo calma.
-No es que sean mas importantes es que estan hace un rato ahi.
-Si claro, te digo que acá el servicio no es de lo mejor- le dice el señor al hombre
-¿Y por que no vas al de en frente?
-Por que ya compré uno acá.

Luego de un rato de solo mirar el vaso vacio, llega el cantinero con el segundo vaso de vodka y con uno de piscola. Al llegar donde el señor y el hombre, entrega el vaso de vodka y piscola respectivamente.
-¿Has llegado a perder el conocimiento?- le pregunta el señor al hombre
-Varias veces, pero solo estando con amigos, y nunca en bares, e visto a personas que salen con la mitad de las cosas con las que entraron.
-Cada dia es mas peligroso estar afuera, pero, ¿Sabias que la causa de la perdida de conocimiento en los jóvenes es por beber de mas?(ad ignorantiam)
-Cerraremos en 30 minutos, por favor retirense lo antes que puedan- interrumpe en cantinero.

El señor se empieza a exaltar nuevamente.
-¿Acaso usted tiene hijos?

El cantinero sorprendido por la pregunta lanza una mirada de confusión y dice:
-No se a que va su pregunta señor, pero si, tengo uno
-Haces lo mismo que si a tu hijo le cerraran las puertas de una tienda de comida cuando tiene hambre.(ad populum)

El cantinero se queda pensando unos minutos antes de reaccionar
-De acuerdo, demorense un poco mas, pero no mucho por favor, que necesito cerrar para poder irme a mi casa.

Luego de decir eso el cantinero se dirige hacia otro grupo, a decirles lo mismo, esperando tener mayor éxito que con el señor.
-Parecen que te gusto el molestar al cantinero ¿eh?- le dice el hombre al señor, mientras lanza una carcajadas-de acuerdo- dice luego de calmarse-, yo me iré ahora, necesito salir a tomar aire y también irme a mi casa, han estado diciendo durante toda la semana que por arreglos de calles es probable que se produzcan muchos “tacos”, y no quiero llegar demasiado tarde a mi casa.
-¿Y le crees a los periodistas?, ellos saben la mitad de lo que pasa y cuentan la mitad de lo que saben, no les creas.(ad hominem)
-Aun así debo irme, un gusto conocerlo.
-De acuerdo, adiós.

El hombre camina hacia el cantinero para darle el dinero respectivo a las dos piscolas consumidas, luego se despide del cantinero con un gesto que no logra entender el señor, se dirige hacia la puerta, antes de salir saca un cigarrillo y lo enciende para el camino hacia el auto.

El señor se queda en la barra esperando a que el cantinero se le acerque para pedirle otro antes de irse y lograr conversar un poco con el cantinero. El cantinero observa que el señor ya esta mas tranquilo que antes y que aparentemente espera algo, el cantinero un poco dudoso por la posible reacción del señor se acerca.
-¿Se le ofrece algo señor?

El hombre piensa un poco antes de formular las palabras, entre tanto el cantinero le dice
-Le recuerdo que estamos cerrando.

El señor se levanta y le dice:
-No, solo queria pagarle lo que le debo y despedirme.

El señor saca unos billetes del bolsillo de la chaqueta y se los entrega al cantinero.
-Quédate con el vuelto, quizas lo necesite más que yo.

El señor se da media vuelta y camina hacia la puerta, con un paso dudoso y melancolico, colocandose la chaqueta antes de salir del bar y sale a la fria noche del viernes.


FIN


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5 comentarios:

Rodrigo dijo...

chiquillos.. cual es el Usuario del blog =S?

atte
Dicci

Teoría del Conocimiento dijo...

Comentario para el trabajo de Tomás Marticorena:

Quién haya ido a uno de los célebres carretes en la casa del morri no puede evitar reírse con esto, es una historia calcada xD y hay rasgos muy comunes de nosotros ahí.

Por otra parte, el trabajo está bien hecho, su otrografía está muy bien, cuenta con un título sugerente, todas las falacias informales,están bien aplicadas y señaladas, los personajes están caracterizados, en fin, cumple con todas las instrucciones.

Jajaja excelente marti, súper chistosa.
Es ir a un carrete nuestro xD

- Carlos Carrillo - dijo...

Comentario para Cristóbal Cortese:

Me carga criticar el arte de otras personas, pero ya que es obligación lo haré, Mando primero que todo debo reconocer que tu texto no me llamo mucho la atención por el título, pero decidí leerlo para no juzgar sin antes tomar una apreciación mejor. Al principio de las historia es muy redundante por ejemplo "Quien llevaba casado mas de 10 años casados", pero en sí el transforndo de esta historia es llamativo y creo que forma una conciencia, la creatividad surgió de una manera impresionante, nunca había visto un texto tuyo con tanto dinamismo en fin mando cuídate nos vemos tu texto es bueno pero creo que debes corregir algunos sucesos que se puede omitir. Adiós

Teoría del Conocimiento dijo...

Marti:
El trabajo tiene caracterizaciones claras, es muy realista, falacias clarisimas (Todas) y muy entrete de leer =)..

Sólo la conclu y el quiebre me parecieron medios fomes, pero la historia en general me encantó.

Baeza:
Pura casualidad que sea un vodka, piscolas y nada mas? ahahha y que solo se pierda el conocimiento entre amigos?
La historia me pareció un poco plana y no me quedó muy claro el quiebre y la conclusión (admito que no se leer) Pero las falacias están muy claras. Las caracterizaciones creo que nos las vi, pero el titulo está perfect..

Saludos a los 2 par de borrachos.

Matuk =)

Rodrigo dijo...

Para Cortese:

Sería mala onda hacer una reseña detallada de las faltas de ortografía, puntuación y gramática.. así que solo te digo que hay varias.

Estos mismos erroes hacen que la lectura sea a ratos tediosa, por eso no disfruté mucho del texto.

No entendí la falacia ad ignorantiam, pero la ad baculum estaba bien usada. Podrías replantear la Post-hoc; y a pesar de que aparenta estar correcta, la ad-hominem no existe porque no se trata de un argumento.. es solo, un comentario.

La caracterización de los personajes está incompleta, por ejemplo, no aportas ninguna descripción del príncipe.

Un detalle, que los nombres del rey y su hijo sean tan parecidos confunde a veces.

Bueno, eso sería en general.. ah!.. notable la Monarquía Parlamentaria de los atlantes =P

Aclaro que mi comentario no tiene ninguna intención incendiaria ni destructiva.. solo.. lo comenté.. (8) Nada personal (8)

Cariños
dicci